El bien y el mal son conceptos que todos conocemos y que rigen nuestra propia existencia, que están presentes en la vida cotidiana. Siempre se nos enseñó a caminar por el sendero del bien, que no debemos caer en la malicia y la vileza. Aún así, tenemos claro que éstos dos contrarios no pueden existir uno sin el otro, son parte de una misma idea, y en esa idea se basa la dualidad de la humanidad; todos estamos divididos en partes de igual magnitud, pero sentidos contrarios, que luchan por el control de nuestros actos.
El Dr Jekyll fue capaz de crear una pócima que separa por completo estas dos facetas del ser humano, con el propósito de depurar la parte buena mientras que la malvada sale a la luz. Vemos como se transforma en un ser de apariencia desagradable, que genera un cierto sentimiento de repulsión hacia todo el que lo ve, y que se hace llamar Edward Hyde. Este se entrega a los placeres prohibidos cada vez que Jekyll toma la pócima. Aunque al principio las transformaciones son temporales, poco a poco Hyde se hace mas fuerte, y Jekyll empieza a perder el control de su propio cuerpo, temiendo que poco a poco su persona desaparezca para que, finalmente, su parte maligna se apodere totalmente de él.
Este personaje muestra las dos naturalezas del ser humano; de como es tentado por la sensación de vileza, de la emoción de faltar a las normas a través de su contraparte, y como poco a poco, es arrastrado hacia el placer de lo prohibido, de lo socialmente tachado como incorrecto, hasta un callejón sin salida. Un buen recordatorio de que en cada uno de nosotros, aunque lo neguemos, existe esa parte que reprimimos, por que sabemos que nunca debe ver la luz.
Primera Aparición: El Extraño Caso del Dr Jekyll y Mr Hyde (1886).
Creador: Robert Louis Stevenson.
Género: Novela Psicológica, Novela Gótica.
0 comentarios:
Publicar un comentario